domingo, 24 de mayo de 2009

SÍNDROME PREMENSTRUAL Y SÍNDROME DISFÓRICO

Muchas mujeres en edad reproductiva pueden sufrir de Síndrome Premenstrual (SPM), y en casos más severos, Síndrome Disfórico Premenstrual (SDP). Ambos suceden durante la ovulación y generalmente los síntomas se resuelven al final de la regla. Sin embargo, un diagnóstico superficial sería un grave error que crearía un círculo vicioso.
Hipócrates describió esta condición por primera vez, y la llamó “histeria”, nombre que en la actualidad se refiere a otro tipo de padecimientos. Decía que era por falta de relaciones sexuales. En la Edad Media, los comportamientos “histéricos” eran castigados con la hoguera.
Gracias a Charcot, en el siglo XIX se inició el estudio de la histeria como algo no relacionado con el ciclo menstrual y Freud determinó una etiología psíquica al respecto. En 1953 se incluyó en la nómina médica al SPM como una entidad individual.
Y aunque no se conoce aún con precisión las causas del mismo, poco tiene que ver con enfermedades mentales. Está relacionado con alteraciones por la interacción entre las hormonas sexuales y los químicos del cerebro llamados neurotransmisores.
Los síntomas son variables en intensidad y número, los principales son: inflamación y sensibilidad en los senos, retención de líquidos, inflamación abdominal, fatiga o dificultad para dormir, cansancio, irritabilidad o depresión, cambios de humor, disminución del apetito sexual, trastornos digestivos y dolor de cabeza.

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